No hay nada que me guste más que preparar un cuadro para enviarlo o entregárselo a sus dueños.
Este cuadro titulado los almendros y que pinté en un estilo que roza la abstracción en el año 2001 viajará hasta Barcelona para disfrute de Jose y Marijose .
Disfruto preparando las tarjetitas de agradecimiento,firmando y fechando la obra.
Escribiendo de mi puño y letra el certificado de autenticidad ( por si
acaso algún día ( cuando yo haya muerto,claro ) mis cuadros son
valorados en millones.... nunca se sabe.).
Para mí es un ritual especial empaquetar mis obras para que lleguen sanas y salvas a su lugar de destino.Y si no llegan en perfecto estado me comprometo a arreglar los desperfectos o a repetir la obra si hace falta.Lo importante es que llegue tal y como yo la creé, sin un arañazo ,roto o descosío...
Cuando
reciban el cuadro mis clientes espero que sientan que realmente se quedan con algo
especial,con un trocito de arte , un trocito de mi tiempo,energía y
corazón y que no se les borre la sonrisa de la cara cada vez que miren
la pintura.Que disfruten siempre de mi obra y les haga felices.
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